Una estatua de una figura de la mitología china: Tai Sui, con un cuerpo hecho de jade negro y adornado con armadura dorada, aparece feroz y enfrenta directamente a la cámara. Frente a la estatua se encuentra un cultivador chino, de espaldas a la cámara, rodeado de un aura luminosa. La escena está envuelta en niebla y ambientada en un fondo oscuro y etéreo, con una gran riqueza de detalles intrincados en un estilo cinematográfico. La fotografía captura texturas naturales, iluminación natural y un desenfoque natural, buscando el fotorealismo. El rendering es cinematográfico, utilizando trazado de rayos para la más alta calidad y detalle. La película incluye efectos de desenfoque, larga exposición, 8K de ultra alta definición, iluminación natural, iluminación de ambiente y iluminación cinematográfica.