Un mono juguetón balanceándose en lianas en un frondoso dosel de selva, la luz del sol filtrándose a través de las hojas, aves vibrantes a lo lejos, animado y salvaje.
Un jardín cósmico donde los planetas florecen como flores, con sus superficies goteando néctar neón, contra un vacío negro de terciopelo.
Una nebulosa cósmica con colores vibrantes como púrpuras profundos, azules y rosas que giran alrededor de estrellas y galaxias, creando una sensación onírica y expansiva, perfecta para un fondo de pantalla dinámico pero sutil.