Un campo amorfo de eco relacional, sin objetos, solo flujos de intención y trayectoria, fuerzas invisibles tejiendo con los fantasmas de la memoria, formas no nacidas pero que se disuelven, construidas a partir de la densidad del silencio, el grano de la ausencia y deseos no pensados, sin color, solo vacíos espectrales, tonos irreales y contraste desencadenado por la conciencia, la realidad fluida del significado, abstracta, surrealista, cinematográfica.
Sendero antiguo del bosque cubierto de hojas de otoño, rayos de sol a través de la copa de los árboles, perspectiva atmosférica, cinematográfica.
El símbolo de Libra brilla con una luz etérea, suspendido sobre un oscuro cielo lleno de estrellas, con suaves haces de luz que se extienden desde él hasta los bordes de la pantalla.
Un primer plano de delicadas flores blancas con un enfoque suave, presentando suaves tonos rosas y blancos con un ligero efecto bokeh en el fondo, proporcionando una estética pacífica y suave.